Por Griselda Yúdice.
En las últimas semanas ocurrieron y conocimos varios casos de accidentes de tránsitos con consecuencias fatales. Los factores comunes en estos hechos son el alcotets positivo, la alta velocidad, la omisión de auxilio y alguna oferta de arreglo económico para eludir responsabilidades.
Foto: Fernando Romero, ABC Color.
También el trabajo de la fiscalÃa es cuestionado en todos los casos por la condescendencia hacia el conductor ebrio y la falta de empeño en llevar los casos hasta un juicio oral y público.
Un elemento clave en varios de estos accidentes es la situación socioeconómica de los involucrados. El conductor proviene de familia millonaria y la persona muerta o con lesiones de familia trabajadora. Y allà aparece la oferta de arreglo económico como la gran solución para quien por su prepotencia e irresponsabilidad trunca una vida, pero queda libre de culpa y pena.
Estamos dejando que jóvenes de clase alta le pongan precio a la vida de personas de menos recursos. A sabiendas de que ninguna vida se recupera con dinero y que con unos cuantos millones de guaranÃes ninguna familia que pierde a su ser querido puede sentirse recompensada, y que solo lo acepta porque no tiene otras opciones.
Terribles casos de dolor e impunidad,
Natalia Godoy de 29 años, el 4 de octubre a las 6 horas se encontraba aguardando ómnibus para dirigirse al trabajo. Ella era madre soltera, agarró un turno extra para ganar un poco más, allà en la parada fue atropellada y resultó muerta, deja huérfano a un pequeño bebé de 9 meses, hoy al cuidado de la abuela.
La joven Florencia Romero de 22 años es la responsable del accidente, manejaba a alta velocidad, perdió el control del vehÃculo, subió a la vereda y arrolló a Natalia,. En primer momento sus familiares quisieron culpar a la fallecida pero las cámaras de seguridad de la zona demostraron su culpabilidad, ofreció un monto irrisorio como compensación por la muerte provocada.
Desde las 21 horas Fabrizzio Chiola estuvo publicando en sus redes sociales que se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas, a las 3 de la madrugada conduciendo a alta velocidad y ebrio atropelló el motocarro de Don Amado RodrÃguez Villanueva de 62 años, quien se encontraba a esa hora recorriendo las calles realizando su trabajo de reciclador, el mismo falleció al instante, le ayuda en la tarea el adolescente de 14 años, quien quedó con lesiones. Ambos fueron abandonados a su suerte por el joven responsable del accidente.
Lo más grave aquà es que el conductor ebrio que provoca muertes y lesiones recibe de la Justicia y la sociedad el mensaje de que puede hacerlo tranquilo, porque el castigo será cubierto con dinero, que le sobra por cierto.
Las leyes deben ser aplicadas en igualdad para todos y todas, el Poder Judicial debe aplicar todo el peso de ley también contra las personas de clase alta y que llegue la justicia a las familias trabajadoras afectadas y que como sociedad dejemos de minimizar lo irresponsable y temerario que es conducir borracho.