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El que tiene plata hace lo que quiere (con el que no la tiene)


Por Jhonatan Villalba

En los últimos meses dos noticias particularmente importantes del mundo del fútbol llamaron la atención incluso por fuera de este (gigantesto) “mundillo”.



Primero, la noticia de que la CONMEBOL ya cuenta con su propio lote de vacunas, así es, el ente privado ya tiene reservada una carga 50.000 vacunas Sinovac Biotech para vacunar a 25.000 futbolistas, árbitros, cuerpo técnico, etc. de los planteles principales del fútbol profesional masculino de primera categoría de los 10 países, por supuesto, ni hablemos de las divisiones juveniles, femeninas o las categorías inferiores, pues no generan ingresos.


Esto despertó muchas críticas pero también salieron voces en defensa diciendo que “los gobiernos deberían copiar la eficiencia de este ente privado” y que las personas de a pie deberíamos exigir eso en lugar de lanzar críticas, ocurre que la “eficiencia” en este caso es influencia y poder económico, es protección de los negocios vinculados al “deporte”.

Aunque no fuese así, de todos modos esa reserva de un bien vital, sumamente limitado y escaso como son en este momento las vacunas contra el covid, se hace directamente a costa de las vidas de las poblaciones de riesgo que no van a acceder a ellas, sobre todo en países pobres, como por ejemplo, los países que integramos la CONMEBOL.


Es la misma sencilla lógica que se discutió en nuestro país cuando se realizó la lujosa boda de sol Cartes y muchas personas desde su obligatorio encierro defendían tal evento pidiendo que se la deje disfrutar su momento, pues la misma se aseguró de reservar de manera privada 150 tests de covid para asegurarse de que su fiesta no sea un foco de contagio, no cuestionando ni por un segundo que en ese momento los test escaseaban en los hospitales públicos y tenían un costo fuera del alcance de la mayoría en los hospitales privados, y que reservarlos de manera privada para una fiesta profundizaba la escasez para el resto, tal como ocurre con las vacunas ahora.


La otra noticia es que ahora 12 clubes europeos de los más poderosos (económicamente hablando, la representación de esto es que el primer presidente de la superliga será el magnate Florentino Pérez, presidente del club probablemente más rico de los 12, el Real Madrid) quieren crear una súper liga, que desde luego se llevará la mayor parte del dinero por pago de derechos televisivos, auspicios de marcas, venta de eventuales entradas en el futuro, merchandising, etc., y que por tanto también se llevará la mayor parte de los ya de por sí poco equitativos ingresos que reciben los clubes medianos y pequeños que intentan competir con los gigantes, cuándo no apelando a nuestra conciencia de consumidores diciéndonos que “tendremos un producto de mejor calidad”, y muchos aceptan con gusto, total, qué importan los peces pequeños.


Entre tantas voces de magnates que súbitamente tuvieron una epifanía humanista y ahora proyectan su propia avaricia con dedos acusadores, el Director Técnico Argentino Marcelo “el loco” Bielsa señaló con claridad que “La Superliga europea no debería sorprender a la gente pues la lógica que impera en el mundo es que los ricos se hagan más ricos. Los equipos más poderosos han logrado su poderío a partir de la competencia del resto. Cuando ya no nos necesitan para ganar más dinero, la lógica con la que funcionan les permite descartar al que ya no sirve para sus objetivos”.


Ojalá esa última y fulminante frase resuene en la cabeza: a quienes defienden esta superliga desde sus ansias de consumo, a quienes defienden la boda de Sol Cartes y similares, a quienes justifican la precarización laboral porque la empresa les dice que “el cliente siempre tiene la razón” para no decir que precarizando hacen más dinero y que cuando puedan también se aprovecharán de los clientes. Debería resonar en nuestras cabezas sobre todo porque como bien lo dice Bielsa, no somos descartables solo en el mundo del fútbol:

“Pero es una cosa muy común, no solo en el fútbol, no debería sorprendernos porque es algo admitido y permitido. Los ricos siempre aspiran a ser más ricos y poderosos y sin considerar las consecuencias que esto produce sobre el resto. Luego, cuando aumentan el poderío, van reclamando privilegios proporcionales a la debilidad de los que quedan por debajo” y así estamos, en sociedades llenas de muchos privilegios para muy pocos privilegiados.

Lo más peligroso aquí es normalizar que la profundización de las desigualdades transcurran en el cotidiano, pues como dice el loco “esto no sucede de un día para otro, hay un montón de estructuras que ponen límite a la desigualdad que se han ido flexibilizando y llega un momento en que sucede lo que es inevitable” nos pasa día a día con conceptos como el de la meritocracia, que nos hacen creer que los opulentos tienen lo que se merecen, cuando la verdad es que nunca es así, siempre que se acumula es a costa del resto, aquí tenemos solo dos ejemplos más de ello.




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