Salvémonos de más desgobiernos colorados
- Akahata Comunicación Digital
- 5 oct 2020
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Por Griselda Yúdice
Si algo hemos aprendido con la pandemia del Covid-19 es la importancia de las protecciones sociales y los servicios públicos. El egoísmo de las autoridades se mantuvo pese a la crisis económica y sanitaria que afectó a la mayoría y poco o nada de esfuerzo hicieron para apoyarnos. Ni siquiera cumplieron con sus obligaciones y menos pensaron en planes oportunos.

Hoy nos dicen que podemos volver a salir pero sin darnos las mínimas condiciones económicas, sociales y sanitarias para enfrentar la vuelta.
Plantean el falso dilema entre lo económico y lo sanitario, pero lo que debemos entender es que sin salud no hay repunte económico. No hay economía saludable con trabajadores y trabajadoras enfermos/as, explotados/as y precarizados/as sobreviviendo en pésimas condiciones.
El Gobierno debe poner en práctica políticas públicas que se ocupen de ambas cosas a la vez, economía y salud. Lo que hace ahora es exponernos al virus y a la pobreza con saña y crueldad porque sabe que el pueblo se encuentra desesperado por salir a rebuscarse, pese al riesgo.
Con el anuncio del fin de las fases solo nos queda esa sensación de tremenda desprotección, se materializa oficialmente como política gubernamental el sálvese quien pueda y como pueda.
Nos dicen que salgamos pero sin ningún acompañamiento; no hay anuncios de mayor control en el servicio de transporte público ni en las empresas privadas respecto al cumplimiento de protocolos y el trabajo por cuadrillas, y no hay ningún anuncio de aumento de capacidad de hacer tests o de recibir pacientes en los hospitales públicos.
La riqueza la producen los trabajadores y las trabajadoras pero no existe ninguna medida del Gobierno al respecto ni para el cumplimiento de las leyes existentes ni para crear nuevas respondiendo a la necesidad adaptarse al modo covid de trabajo.
Nada se ha hecho para que los despedidos injustificadamente reciban lo que les corresponde o sean repuestos en sus lugares de trabajo, para que todos los empleados y empleadas del sector privado cuenten con seguro social (IPS), para alentar a las empresas a la recontratación o creación de nuevos puestos de trabajo. El Ministerio del Trabajo brilla por su negligencia y poca creatividad para la protección laboral.
Como país primero debemos cuidar a la ciudadanía y eso a la par implica cuidar la economía. La vuelta debería estar acompañada del cumplimiento de todos los derechos, sin ello no existe posibilidad de que nuestra economía se sostenga, seguiremos con la normalidad de la acumulación de la riqueza en unos pocos y la pobreza de la mayoría.
Ante tamaña irresponsabilidad debemos responder con mayor cuidado. Ante la carencia de políticas gubernamentales de protección aplicamos la vieja y confiable política del pueblo salva al pueblo.
Es hora de salvarnos definitivamente evitando más gobiernos colorados.
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